reto módulo 1: Reflexión sobre la brecha de género en relación con la reducción de la jornada laboral y el desempeño de las tareas de cuidados

 

Reflexión sobre la brecha de género en relación con la reducción de la jornada laboral y el desempeño de las tareas de cuidados.

El resto de hoy consiste en reflexionar sobre una noticia sobre una desigualdad de género. Para ello he elegido una noticia publicada en  lainformación.com: Por qué solo el 4% de los padres reducen su jornada frente al 37,7% de madres.

En la noticia se analiza el informe ¿Por qué los hombres no utilizan las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar?, llevado a cabo por J. A. Fernández-Cornejo, Sabina Belope-Nguema, Lorenzo Escot y Eva del Pozo- García, de la Universidad Complutense de Madrid, y publicado por el Observatorio Social de La Caixa.  De acuerdo con este informe, el 37,7% de las madres encuestadas para el estudio solicitaron una reducción de jornada o trabajar a tiempo parcial al reincorporarse a sus trabajos tras la baja maternal, frente al 4% de los padres.

Entre las razones de este desequilibrio, el informe señala que "muchos padres varones asalariados desearían equilibrar el tiempo y la energía que dedican al trabajo y a la familia. En teoría, estos trabajadores tienen acceso a una serie de medidas de conciliación, que están disponibles en las organizaciones en las que trabajan. Sin embargo, se enfrentan a una serie de barreras, muchas comunes a las que experimentan las madres y algunas otras más diferenciadas. Estas barreras les inhiben del uso de las medidas de conciliación, creando una brecha entre el derecho teórico a utilizarlas y la capacidad real para hacerlo".

Pero, si las medidas de conciliación pueden ser utilizadas tanto por hombres como por mujeres, ¿a qué se debe esta diferencia tan acusada? ¿Por qué siguen siendo las mujeres las que reducen su jornada para atender a los hijos?

Entiendo que es el resultado de la socialización de género. Así, se siguen manteniendo los roles de género tradicionales según los cuales las tareas de cuidado de hijos, y de cuidados en general, se asignan a las mujeres, a pesar de estar plenamente incorporadas al mercado laboral. Aunque las medidas de conciliación existentes están disponibles tanto para hombres como para mujeres, como no puede ser de otra manera, sigue existiendo una percepción social de que estas medidas se dirigen a las mujeres, que son las que tienen asignadas las tareas de cuidado de hijos. Las empresas asumen con mayor naturalidad que sean las mujeres las que se ocupen de los cuidados, lo que repercute asimismo en sus opciones de promoción dentro de la empresa. Esto conlleva también la perpetuación de la brecha salarial, puesto que las carreras laborales de las mujeres se ven afectadas por esta mayor dedicación al cuidado de los hijos.

Para romper este círculo vicioso sería necesario, en primer lugar, poner a disposición de todas las familias medidas reales de conciliación de la vida laboral y familiar que permitieran una conciliación efectiva. En la actualidad es prácticamente imposible trabajar y criar hijos pequeños sin caer en algún tipo de renuncia (o bien en la carrera profesional o bien en la crianza). Pero ¿cómo hacer que los hombres hagan uso de las medidas de conciliación? Para ello es imprescindible incidir en la coeducación de los niños para romper estereotipos sexistas y favorecer la corresponsabilidad. Si las familias siguen manteniendo la distribución tradicional sexista de roles, es difícil que los niños se alejen de este estereotipo

 

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